La construcción de la primera línea del metro de Bogotá, uno de los proyectos de movilidad más anticipados en la capital colombiana, está generando grandes expectativas no solo por la mejora en el transporte, sino también por su impacto en el mercado inmobiliario. A medida que avanzan los trabajos para esta línea elevada, que se espera esté operativa en aproximadamente cuatro años, se pronostica un incremento gradual en los precios de las viviendas ubicadas cerca de las 27 estaciones proyectadas.

Este fenómeno no es exclusivo de Bogotá; en muchas ciudades alrededor del mundo, se ha observado que las propiedades cercanas a los servicios de transporte público tienden a aumentar de valor. La razón principal es la conveniencia que ofrecen estos servicios, facilitando el desplazamiento y reduciendo los tiempos de viaje. Los residentes de estas áreas disfrutan de una mayor accesibilidad a diferentes partes de la ciudad, lo que incrementa la demanda y, por ende, el valor de las propiedades.

Además del impacto en los precios de los inmuebles, la proximidad al metro también impulsa la revitalización de las zonas circundantes. Las áreas cercanas a las estaciones suelen experimentar mejoras significativas en la infraestructura, con la creación de nuevos centros comerciales, parques y hospitales. Estos desarrollos no solo elevan la calidad de vida en estas zonas, sino que también contribuyen al aumento del valor de las viviendas.

En resumen, la llegada de la primera línea del metro de Bogotá no solo promete transformar el transporte en la ciudad, sino también provocar un cambio significativo en el mercado inmobiliario, con un aumento previsto en los precios de las viviendas cercanas a las estaciones.

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Arq. Alejandro Castañeda Jaramillo
Gerente General
Inmobiliaria Cobrac´s