El sector inmobiliario ha evolucionado considerablemente en los últimos años, y las nuevas generaciones han encontrado alternativas innovadoras para invertir en bienes raíces sin necesidad de contar con grandes capitales. Una de estas opciones es la inversión colaborativa, una modalidad que permite a los interesados participar en proyectos inmobiliarios con montos accesibles y generar rentabilidad a lo largo del tiempo.
Un panorama desafiante para la inversión tradicional
Factores como el alza en los precios de las propiedades, los bajos salarios y la precariedad laboral han dificultado la adquisición de vivienda, especialmente para los jóvenes. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el sector inmobiliario en Colombia registró una caída del 2,7% en 2024, lo que ha llevado a la implementación de estrategias como la reducción de las tasas de interés al 9,50% para estimular el mercado. Sin embargo, estos esfuerzos no siempre son suficientes para facilitar la compra de vivienda a quienes buscan una alternativa de inversión más flexible y asequible.
¿Qué es la inversión colaborativa y cómo funciona?
La inversión colaborativa, también conocida como Real Estate 2.0, ha surgido como una alternativa para democratizar el acceso a bienes raíces. Este modelo permite que múltiples inversionistas adquieran participaciones en proyectos inmobiliarios como hoteles, centros de vivienda o restaurantes, sin la necesidad de comprar una propiedad completa.
Según el informe «Global Fractional Real Estate Market» de Grand View Research, el mercado de inversión colaborativa alcanzó los 8.5 mil millones de dólares en 2023 y se espera que crezca a una tasa anual compuesta del 27.8% entre 2024 y 2030, impulsado por la creciente demanda de las generaciones millennials y Z.
En este modelo, el inversionista obtiene beneficios de dos maneras:
Rentabilidad periódica: Recibe ganancias generadas por la operación del proyecto en el que invirtió.
Valorización de la inversión: Si el valor de la propiedad aumenta con el tiempo, el inversionista puede vender su participación a un precio superior.
Además, esta modalidad ofrece la posibilidad de utilizar los servicios del proyecto como socio inversor, accediendo a descuentos y privilegios exclusivos. Si en algún momento el inversionista decide retirarse, puede vender su participación a otro interesado, permitiendo así mayor flexibilidad financiera.
Ventajas y desventajas de la inversión colaborativa
Ventajas:
No es necesario solicitar un crédito a largo plazo.
Permite invertir con montos accesibles, sin requerir grandes capitales.
Brinda flexibilidad, ya que no obliga a mantener la propiedad de por vida.
Reduce los riesgos financieros al distribuir la inversión entre múltiples participantes.
Desventajas:
Al no estar respaldado por grandes entidades financieras, puede representar un mayor riesgo para los inversionistas.
La venta de participaciones antes de la finalización del proyecto puede ser complicada en algunos casos.
Una tendencia en crecimiento
Con el auge del internet y las redes sociales, la inversión colaborativa ha ganado popularidad, especialmente entre los más jóvenes. Un informe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de EE.UU. revela que el 97% de los compradores utilizan plataformas digitales para informarse sobre el mercado inmobiliario. En este contexto, influencers y expertos en bienes raíces han desempeñado un papel clave en la promoción de estos modelos de inversión.
En definitiva, la inversión colaborativa se perfila como una solución innovadora para aquellos que desean ingresar al mercado inmobiliario sin asumir deudas millonarias. Con un enfoque más accesible y flexible, esta tendencia continuará expandiéndose y redefiniendo la manera en que las personas invierten en bienes raíces en los próximos años.
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